Dentro de las noticias destacables este fin de semana hay que citar la obtención del titulo de copa en Grecia del AEK dirigido por Manolo Jiménez.
Primero aprovechamos para felicitar al técnico de Arahal y a los integrantes de su equipo que lo han acompañado a Grecia (Jesús Calderón, Miguel Morilla y Daniel Pastor), por la obtención del titulo, con un equipo que llevaba desde el año 2002 sin conseguir ningún titulo, pese a ser uno de los equipos de más renombre en el país heleno y haber tenido en los últimos años entrenadores y jugadores de reconocido prestigio sin que consiguieran lo que Jiménez ha conseguido: un titulo.
Además indicar que Jiménez cogió al AEK en septiembre cuando el equipo estaba en los puestos bajos de su liga y ha terminado tercero, contando con la opción de participar en la previa de Champions League ya que en Grecia los equipos clasificados entre los puestos segundo y quinto juegan un play-off para disputar esta competición, asegurando la participación en la Europa League tanto por la victoria en copa como por el puesto liguero.
Imaginamos que muchos que no podían ni ver a Jiménez ahora estarán mirando para otro lado, pero estos resultados no son más que un respaldo a un profesional al que, posiblemente por el hecho de ser de la casa y sentir nuestros colores, nunca se le valoró ni desde la grada ni por supuesto desde la prensa (quizás uno de los grandes pecados de Jiménez que se enfrentó a ellos y que no supo callarse en muchas ruedas de prensa, sobre todo al final de su etapa), aunque una vez pasada una temporada seguro que a muchos les pesa el haber tratado de esa forma a un entrenador que consiguió llevar al equipo a la Champions League, conseguir clasificarse en ella de forma brillante, y en su último año a la final de la copa.
Primero aprovechamos para felicitar al técnico de Arahal y a los integrantes de su equipo que lo han acompañado a Grecia (Jesús Calderón, Miguel Morilla y Daniel Pastor), por la obtención del titulo, con un equipo que llevaba desde el año 2002 sin conseguir ningún titulo, pese a ser uno de los equipos de más renombre en el país heleno y haber tenido en los últimos años entrenadores y jugadores de reconocido prestigio sin que consiguieran lo que Jiménez ha conseguido: un titulo.
Además indicar que Jiménez cogió al AEK en septiembre cuando el equipo estaba en los puestos bajos de su liga y ha terminado tercero, contando con la opción de participar en la previa de Champions League ya que en Grecia los equipos clasificados entre los puestos segundo y quinto juegan un play-off para disputar esta competición, asegurando la participación en la Europa League tanto por la victoria en copa como por el puesto liguero.
Imaginamos que muchos que no podían ni ver a Jiménez ahora estarán mirando para otro lado, pero estos resultados no son más que un respaldo a un profesional al que, posiblemente por el hecho de ser de la casa y sentir nuestros colores, nunca se le valoró ni desde la grada ni por supuesto desde la prensa (quizás uno de los grandes pecados de Jiménez que se enfrentó a ellos y que no supo callarse en muchas ruedas de prensa, sobre todo al final de su etapa), aunque una vez pasada una temporada seguro que a muchos les pesa el haber tratado de esa forma a un entrenador que consiguió llevar al equipo a la Champions League, conseguir clasificarse en ella de forma brillante, y en su último año a la final de la copa.
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