Al final resultó que el descanso por la selección, que el tiempo de conocimiento plantilla-nuevo entrenador y nuevo entrenador-plantilla, que las sesiones de preparación físicas y tácticas…, era mejor que no hubieran existido porque el Sevilla volvió a demostrar los mismos puntos débiles que en partidos anteriores y con resultados similares o peores.
Comenzó el partido con la “sorpresa” de la entrada en el equipo titular de Luis Fabiano por Kanouté, ¿quizás pensando en el partido del jueves de la Europa League?. Porque somos de la opinión que para recuperar a Fabiano hay que darle partidos y que se sienta importante, pero no acosta de desequilibrar el equipo dejando dos islas delante como pasó ayer con Negredo y Fabiano.
Y más si en el centro del campo no se pone un pulmón como ocurrió al poner a Romaric, al que no se puede culpar de la derrota ya que hizo un buen partido, y un Renato que estuvo desconocido intentando hacer las funciones de Zokora o de Guarente, con lo cual siempre llegó tarde como ocurrió en el primer gol.
Y es que nuevamente el equipo salió al campo atontado, en el minuto 5 íbamos perdiendo 1-0, gracias a que Palop salvó un gol seguro en el primer tiro a puerta. A partir de aquí nuevamente a jugar en contracorriente, pero esta vez sin claridad ante la portería del Gijón destacando solo alguna llegada de Alfaro, que lo intentó pero sin éxito ante el gol.
Mientras el Sporting a la contra continuó creando mucho peligro, así en el segundo tiempo nuevamente en el minuto 6 una jugada de habilidad, y todo hay que decirlo de mucha suerte ya que seguro que si hubiera sido en el ataque sevillista no hubiera terminado en gol porque habría salido fuera, rebotado en el palo hacia un defensa…, supuso el dos cero.
A partir de aquí el equipo lo intentó sobre todo gracias a la aportación de Kanouté que entró en el minuto 56 por Negredo dando equilibrio al equipo, pero era de los días que se podía estar horas atacando sin meter un gol, mientras que las llegadas del Sporting eran un verdadero peligro, destacando una parada de Palop por alto de las que deberían ser titulares en los resúmenes.
Y al final, salvo un par de intentos de un Acosta, que se ve más rápido, pero que falló lo que no se debe, hay que darle gracias a finalizar sólo 2-0.
Esperemos que Manzano tome nota de su primera derrota como entrenador sevillista y aprenda de ella, ya que de momento somos séptimos en la liga, y seguimos perdiendo puntos contra equipos en teoría inferiores, que al final esperemos no haya que lamentar.
Comenzó el partido con la “sorpresa” de la entrada en el equipo titular de Luis Fabiano por Kanouté, ¿quizás pensando en el partido del jueves de la Europa League?. Porque somos de la opinión que para recuperar a Fabiano hay que darle partidos y que se sienta importante, pero no acosta de desequilibrar el equipo dejando dos islas delante como pasó ayer con Negredo y Fabiano.
Y más si en el centro del campo no se pone un pulmón como ocurrió al poner a Romaric, al que no se puede culpar de la derrota ya que hizo un buen partido, y un Renato que estuvo desconocido intentando hacer las funciones de Zokora o de Guarente, con lo cual siempre llegó tarde como ocurrió en el primer gol.
Y es que nuevamente el equipo salió al campo atontado, en el minuto 5 íbamos perdiendo 1-0, gracias a que Palop salvó un gol seguro en el primer tiro a puerta. A partir de aquí nuevamente a jugar en contracorriente, pero esta vez sin claridad ante la portería del Gijón destacando solo alguna llegada de Alfaro, que lo intentó pero sin éxito ante el gol.
Mientras el Sporting a la contra continuó creando mucho peligro, así en el segundo tiempo nuevamente en el minuto 6 una jugada de habilidad, y todo hay que decirlo de mucha suerte ya que seguro que si hubiera sido en el ataque sevillista no hubiera terminado en gol porque habría salido fuera, rebotado en el palo hacia un defensa…, supuso el dos cero.
A partir de aquí el equipo lo intentó sobre todo gracias a la aportación de Kanouté que entró en el minuto 56 por Negredo dando equilibrio al equipo, pero era de los días que se podía estar horas atacando sin meter un gol, mientras que las llegadas del Sporting eran un verdadero peligro, destacando una parada de Palop por alto de las que deberían ser titulares en los resúmenes.
Y al final, salvo un par de intentos de un Acosta, que se ve más rápido, pero que falló lo que no se debe, hay que darle gracias a finalizar sólo 2-0.
Esperemos que Manzano tome nota de su primera derrota como entrenador sevillista y aprenda de ella, ya que de momento somos séptimos en la liga, y seguimos perdiendo puntos contra equipos en teoría inferiores, que al final esperemos no haya que lamentar.
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