martes, 4 de diciembre de 2012

SFC:1 - Valladolid: 2 : Helados y sin ideas.

Deciamos antes del partido ante el Valladolid que imaginábamos que iba a haber poca animación en las gradas del Sánchez-Pizjuán ya que todo estaba en contra (lunes, con mucho frío, televisión en directo, un rival de poco nombre…), y que para ello esperábamos que los jugadores del Sevilla F.C. calentaran a la grada con goles. Y nos equivocamos de cabo a rabo ya que el equipo salió tan frío como el que había en el ambiente y tan “atontado” como le pasó al otro equipo de la ciudad en el anterior partido de casa, así los imitamos y en el minuto 1 se recibió un gol sembrado por el desajuste de una defensa nueva y por la falta de decisión de un Navarro que tuvo miedo a entrar a Ebert cuando recibió el balón en el área por aquello del famoso penalti y expulsión.

Encima la “caraja” siguió hasta que en el 12 el Valladolid tuvo toda la suerte del mundo al encontrarse un balón entre los pies Óscar quedándose sólo ante Diego López, que ayer estuvo de titular y que seguro pensaría que para sufrir un inicio de partido así mejor habría estado en el banquillo.

Parecía que el Barcelona nos estaba atacando y era un Valladolid, un equipo ordenado, con las ideas claras, que no arriesga en jugadas tontas y que tiene referencias en ataque…lo que no demuestra el Sevilla en la mayoría de los partidos, salvo en contadas excepciones en que sale enchufado aunque parece que más por el nombre del rival o por la presión del entorno.

Y a partir de aquí poco más podemos decir un quiero y no puedo, un fútbol ramplón con balones colgados sin tener una referencia por alto, cosa que no tiene Babá que está perdiendo enteros por partidos aunque estamos seguros que ni Falcao, ni Torpedo Müller habrían marcado ayer a base de los balones que se pusieron para el delantero centro.

Y como si es verdad que había muchas bajas y pocos efectivos atacantes, Michel buscó la solución en un factor sorpresa un desconocido para casi todos Rabello que salió en el minuto 30 por Cicinho en el haber del chileno un tiro que se fue a la base del poste que pudo acercar al Sevilla hacía el empate. Si se tuvo suerte en el minuto 5 del segundo tiempo en que en un córner Manucho se marcó un gol en propia meta, seguramente la única forma de marcar un gol de este equipo ayer.

Y es que en el mismo minuto Maduro se lesionó y fue sustituido por Kondogbia que realizó un buen partido el tiempo que estuvo en el campo sobre todo cuando tuvo que cubrir el espacio que dejó un Medel que nuevamente fue expulsado, esta vez por doble amarilla, la segunda realmente absurda al entrar por detrás en una jugada de relativo peligro, Michel debería hablar con Medel para evitar este cúmulo de expulsiones sin necesidad.

Y para seguir intentando meter un gol el equipo quedó con tres defensas y entró Alex Rubio que no dispuso de ocasiones, todo ello con el riesgo de diversos contragolpes en los que el Valladolid podía haber puesto un resultado escandaloso.

En resumen otro mal partido, otra derrota sobre todo causada por la falta de acoplamiento e intensidad del equipo en los primeros 15 minutos que con un 2-0 dejó el partido prácticamente irremontable ante la demostración de la falta de gol de los sevillistas tanto los delanteros como los del resto de líneas y las faltas de precisión en las jugadas, las ideas de fútbol sólo eran buscar las bandas y centrar sin tener rematadores y así mal futuro hay.

La realidad es que se tienen 18 puntos y otra vez habrá que empezar a pensar en una temporada de transición y un objetivo 45 puntos para no sufrir una debacle.

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