Si no eres capaz de ganar al menos empata, la famosa media inglesa que al principio de temporada defendía Marcelino se debe conseguir ganando un partido si y otro no, lo malo es que ahora pese al juego normalmente como mucho se empata.
Pero en un derbi como el de ayer que se puso en 2 ocasiones demasiado cuesta arriba, una tras el gol en el minuto 26 de Beñat en el primer tiro a puerta de su equipo que por cierto fue un golazo que hace tiempo no vemos en el Sevilla, ya que los especialistas no aciertan y además es muy difícil que los árbitros nos piten faltas en una posición tan idónea como la que tuvo ayer el jugador vasco.
La segunda fue en el minuto 69 cuando el señor Velasco Carballo decidió expulsar a Fazio en una falta que consideramos no fue amarilla, entre otras cosas porque si hubiera tenido el mismo criterio con los jugadores de casa se hubiera quedado el rival con varios futbolistas menos, sobre todo por la debilidad de los delanteros que parecen andan flojos de fuerza y se caen cada vez que pueden destacando Pozuelo jugador que parece con talento pero la interpretación no es lo suyo y ayer abusó sobremanera sin que el árbitro se dignara ni si quiera a apercibirlo.
Lo malo es que el equipo sigue jugando bien y fallando lo indecible, en los primeros 15 minutos, Negredo tuvo 3 ocasiones de las que en otra época hubieran sido gol, además Luna tuvo una ocasión en la que se notó la falta de decisión ante el gol, esa en las que Kanouté o Fabiano marcaban las diferencias años atrás, además se puede destacar un cabezazo de Fazio que sacó el portero cuando parecía gol. La demostración del mejor juego es que con las estadísticas el Sevilla tiró 5 veces a puerta por 2 del rival, y que en el primer tiempo el mejor del partido fue Casto.
En el segundo tiempo los dos equipos salieron con más miedo por el resultado, seguro que el gol de Negredo en el 41 supuso un cambio ya que el Sevilla se planteó guardar el empate y el otro equipo era incapaz de acercarse a Varas. La diferencia la marcó la expulsión de Fazio en la que el Sevilla dio un paso atrás con varias jugadas de ataque que pudieron suponer una derrota injusta para nuestro equipo.
Destacar que Marcelino nos dejó en evidencia haciendo debutar ayer a Hiroshi en el minuto 37 de la segunda parte sustituyendo a un Negredo que llevaba bastantes minutos desaparecido, ya que parece que su nivel físico no le permite terminar un partido a un elevado nivel, aunque en el tiempo que estuvo el japonés en el campo no se le pudo ver nada.
En resumen, que al final el resultado de empate nos debe satisfacer ya que el árbitro nos lo puso muy cuesta arriba pero le enseñamos al rival que sabemos jugar mejor que ellos al fútbol y cuando es necesario también saben los jugadores sufrir en el campo.
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