Tras dos partidos desastrosos fuera de casa ante equipos inferiores, la confirmación de la baja de Kanouté unida a la de Medel por acumulación de tarjetas y a la prolongada de Jesús Navas, la llegada de un Villareal en rachado y con grandes jugadores era para ir al estadio con cierto temor (mejor dicho, mucho miedo).
A esto se unía que era Domingo de Resurrección y posiblemente muchos habían salido fuera de Sevilla o simplemente habían decidido no ir a ver el partido, lo cierto es que cada día somos menos los que apoyamos al equipo, el ambiente de la grada al principio del partido era frío, incluso entre los Biris, con lo que acrecentaba la sensación de que no iba a ser un partido tranquilo.
Al menos si tranquilizaba que el equipo no tenía “inventos” deportivos y parecía que era el más lógico dentro de las posibilidades actuales de la plantilla, quizás decir que creemos que Luis Alberto debería haber estado al menos en el banquillo pero Manzano parece de la idea de terminar la temporada con los profesionales actuales e incluso a preferido dar algún minuto a Koné tras más de un año de lesión, cosa que nos alegra ya que es una pena la mala suerte de este jugador pero es complicado que coja la forma en los partidos en que el equipo debe defender a muerte la clasificación para la Europa League.
Y para dejarnos mal en las dos primeras llegadas, o quizás mejor decir en los dos primeros tiros, el equipo se puso en el minuto 13 ganando 2-0 con un gran lanzamiento de falta de Rakitic y una vaselina de Negredo aprovechando un gran pase de un resucitado Perotti. Pero a partir de aquí todo cambió, el Villareal que había salido reservando a jugadores como Rossi, Cani o Borja Valero, comenzó a hacerse con el balón y ha crear ocasiones de peligro, y ya comenzamos a ver la seña de identidad de esta temporada: una defensa temblorosa y una gran pegada, a pesar de la salida de Luis Fabiano y la lesión de Kanouté.
Gracias a Javi Varas y a la falta de acierto de los de Castellón al descanso nos fuimos con el 2-0, pero en la segunda parte con la entrada de Rossi el Villareal cambió totalmente y se puso 2-1 con gol del homenajeado antes del partido Marchena (que recibió gritos que creemos injustos ya que como profesional defiende los colores del equipo que le paga y siempre da la cara, siendo capaz de mantener en tensión a sus compañeros y de organizar la defensa, y si fue expulsado se debió a que Undiano es de los que mira a quien le enseña tarjeta, no es capaz de sacarla a Pepe o Sergio Ramos, o ayer a Cazorla con protestas airadas pero si a los que entiende que se lo merecen).
A partir de aquí a sufrir, aunque parecía que no iba a pasar a ser tanto cuando Romaric que llevaba un par de minutos en el campo aprovechó una cesión de cabeza de Negredo para marcar el 3-1 era el minuto 62, pero la media hora restante fue un cúmulo de ocasiones para el Villareal, con sólo dos grandes ocasiones al contra golpe del Sevilla, una de Koné y otra de Negredo, tanto es así que Rossi puso el 3-2 en un gran gol en el minuto 73 y que pudo empatar tras tirar al palo en una jugada en que Undiano y su linier Fermín no quisieron ver un golpe a Escudé que tuvo que salir del campo sangrando, o ¿se autolesionó el Francés para evitar el ataque? En fin estos señores tienen buena vista para los fuera de juegos a favor del Madrid y para no ver entrar los tiros en la portería de Casillas. Y recordemos que en el partido de ida en Villareal también vieron dos fueras de juego del Sevilla que no fueron y que le costaron la derrota.
En resumen 3-2 demasiado sufrido y a seguir luchando por mantener el puesto en Europa League ya que tanto Athletic como Atlético lo van a poner muy duro, y además seguro que tendrán árbitros con buena vista para ello y la prensa apoyándolos a muerte, a diferencia del Sevilla F.C. al que seguramente le tendrán que castigar por tirar balones al campo, como ya hicieron con los gritos a Ujfalusi, cosa que pasa y parece se ha puesto de moda en muchos campos, por ejemplo el Calderón y que la prensa cuenta como una gracieta mientras al Sevilla lo intentan descuartizar, en fin eso es lo que tenemos y si no nos defendemos nosotros no lo hará nadie.
Y a pesar de lo dicho no nos gusta el que se echen balones al campo por lo que habrá que tomar medidas en el club con los recogepelotas.
A esto se unía que era Domingo de Resurrección y posiblemente muchos habían salido fuera de Sevilla o simplemente habían decidido no ir a ver el partido, lo cierto es que cada día somos menos los que apoyamos al equipo, el ambiente de la grada al principio del partido era frío, incluso entre los Biris, con lo que acrecentaba la sensación de que no iba a ser un partido tranquilo.
Al menos si tranquilizaba que el equipo no tenía “inventos” deportivos y parecía que era el más lógico dentro de las posibilidades actuales de la plantilla, quizás decir que creemos que Luis Alberto debería haber estado al menos en el banquillo pero Manzano parece de la idea de terminar la temporada con los profesionales actuales e incluso a preferido dar algún minuto a Koné tras más de un año de lesión, cosa que nos alegra ya que es una pena la mala suerte de este jugador pero es complicado que coja la forma en los partidos en que el equipo debe defender a muerte la clasificación para la Europa League.
Y para dejarnos mal en las dos primeras llegadas, o quizás mejor decir en los dos primeros tiros, el equipo se puso en el minuto 13 ganando 2-0 con un gran lanzamiento de falta de Rakitic y una vaselina de Negredo aprovechando un gran pase de un resucitado Perotti. Pero a partir de aquí todo cambió, el Villareal que había salido reservando a jugadores como Rossi, Cani o Borja Valero, comenzó a hacerse con el balón y ha crear ocasiones de peligro, y ya comenzamos a ver la seña de identidad de esta temporada: una defensa temblorosa y una gran pegada, a pesar de la salida de Luis Fabiano y la lesión de Kanouté.
Gracias a Javi Varas y a la falta de acierto de los de Castellón al descanso nos fuimos con el 2-0, pero en la segunda parte con la entrada de Rossi el Villareal cambió totalmente y se puso 2-1 con gol del homenajeado antes del partido Marchena (que recibió gritos que creemos injustos ya que como profesional defiende los colores del equipo que le paga y siempre da la cara, siendo capaz de mantener en tensión a sus compañeros y de organizar la defensa, y si fue expulsado se debió a que Undiano es de los que mira a quien le enseña tarjeta, no es capaz de sacarla a Pepe o Sergio Ramos, o ayer a Cazorla con protestas airadas pero si a los que entiende que se lo merecen).
A partir de aquí a sufrir, aunque parecía que no iba a pasar a ser tanto cuando Romaric que llevaba un par de minutos en el campo aprovechó una cesión de cabeza de Negredo para marcar el 3-1 era el minuto 62, pero la media hora restante fue un cúmulo de ocasiones para el Villareal, con sólo dos grandes ocasiones al contra golpe del Sevilla, una de Koné y otra de Negredo, tanto es así que Rossi puso el 3-2 en un gran gol en el minuto 73 y que pudo empatar tras tirar al palo en una jugada en que Undiano y su linier Fermín no quisieron ver un golpe a Escudé que tuvo que salir del campo sangrando, o ¿se autolesionó el Francés para evitar el ataque? En fin estos señores tienen buena vista para los fuera de juegos a favor del Madrid y para no ver entrar los tiros en la portería de Casillas. Y recordemos que en el partido de ida en Villareal también vieron dos fueras de juego del Sevilla que no fueron y que le costaron la derrota.
En resumen 3-2 demasiado sufrido y a seguir luchando por mantener el puesto en Europa League ya que tanto Athletic como Atlético lo van a poner muy duro, y además seguro que tendrán árbitros con buena vista para ello y la prensa apoyándolos a muerte, a diferencia del Sevilla F.C. al que seguramente le tendrán que castigar por tirar balones al campo, como ya hicieron con los gritos a Ujfalusi, cosa que pasa y parece se ha puesto de moda en muchos campos, por ejemplo el Calderón y que la prensa cuenta como una gracieta mientras al Sevilla lo intentan descuartizar, en fin eso es lo que tenemos y si no nos defendemos nosotros no lo hará nadie.
Y a pesar de lo dicho no nos gusta el que se echen balones al campo por lo que habrá que tomar medidas en el club con los recogepelotas.
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