Al principio de la pretemporada sabíamos todos los sevillistas que teníamos dos grandes objetivos en Agosto: la final de la supercopa de España y la previa de Champions, la primera era un título el octavo que disputábamos en 4 años gloriosos en la historia centenaria de nuestro equipo, el segundo es una “obligación” deportiva y económica.
La supercopa era la más difícil de las dos al comparar en nombre, historia y plantilla a los dos rivales, de hecho cuando en el minuto 20 primer tiempo del partido de ida Ibrahimovich todo parecía que se acababa, pero una gran remontada en el segundo tiempo nos dio un 3-1 esperanzador par el partido de vuelta que se jugó ayer.
Por medio y como excusa sin sentido el miércoles se perdió ante un Sporting de Braga que sólo demostró ser un equipo ordenado y al que en el primer tiempo se le pudo marcar algún gol, pero la defensa estuvo muy blanda por el centro y los portugueses aprovecharon para poner un 1-0 en la eliminatoria.
En teoría para la final de ayer en el Nou Camp se hicieron rotaciones para afrontar la vuelta de Champions, en la práctica éstas sólo afectaron a la delantera ya que ni Negredo ni Alfaro demostraron estar al nivel de Kanouté y Fabiano. Y en el centro de la defensa, ante la indisciplina de Squillaci, se decantó Álvarez por un Konko que no dio en ningún momento el nivel, tanto que en una jugada sin peligro se hizo un autogol en el minuto 13 poniendo en bandeja el título al Barça.
Y es que a partir de ese gol parece que los jugadores desconectaron y se dedicaron a ser buenos convidados en una fiesta que no era suya, contra un Barcelona andando, tuvimos la suerte de recibir sólo 4 goles, ya que no se tuvo la defensa necesaria, ni la capacidad de ni tan siquiera de tirar a la portería rival.
Destacar la falta de organización, con un Sevilla F.C. que estaba perdido en el campo, con Navas de lateral derecho corriendo sólo para defender, con un Romaric jugando en la banda izquierda demasiado tiempo cuando era el encargado de mover al equipo, con un Negredo perdido, con Capel intentando una guerra imposible ya que los árbitros lo tienen en el punto de mira (nada más que hay que ver las tarjetas que mostró Txeira al Sevilla todas en lanzamientos a la piscina de los intocables jugadores del Barça, o ver a Bojan que se tira mucho más que Capel, pero con “mejores resultados”).
En fin lo malo no es perder 4-0, lo malo no es perder un título, lo malo… es la pésima imagen del equipo, sin la garra necesaria para defender, sin estructura de juego y sin ideas.
Esperemos que sólo sea un bajón anímico y que se recupere para el próximo martes en el que todos debemos ir al Sánchez-Pizjuán a apoyar al 100% al equipo ya que lo necesita más que nunca, aunque sólo sea por no tener que aguantar una nueva retransmisión de una RTVE que parecía el canal Barça TV, siguiendo con lo realizado el año pasado el especialista era del Barça y todos los comentarios eran sobre este equipo, porque las aportaciones del Sr. Martínez que en teoría es andaluz eran para grabarlas, mostrando un desconocimiento absoluto del Sevilla F.C. y de su historia llegando incluso a plantear que lo mejor era no marcar para no tener que jugar una prórroga… en fin, quizás si fuera el partido del otro equipo de la ciudad lo haría mejor.
La supercopa era la más difícil de las dos al comparar en nombre, historia y plantilla a los dos rivales, de hecho cuando en el minuto 20 primer tiempo del partido de ida Ibrahimovich todo parecía que se acababa, pero una gran remontada en el segundo tiempo nos dio un 3-1 esperanzador par el partido de vuelta que se jugó ayer.
Por medio y como excusa sin sentido el miércoles se perdió ante un Sporting de Braga que sólo demostró ser un equipo ordenado y al que en el primer tiempo se le pudo marcar algún gol, pero la defensa estuvo muy blanda por el centro y los portugueses aprovecharon para poner un 1-0 en la eliminatoria.
En teoría para la final de ayer en el Nou Camp se hicieron rotaciones para afrontar la vuelta de Champions, en la práctica éstas sólo afectaron a la delantera ya que ni Negredo ni Alfaro demostraron estar al nivel de Kanouté y Fabiano. Y en el centro de la defensa, ante la indisciplina de Squillaci, se decantó Álvarez por un Konko que no dio en ningún momento el nivel, tanto que en una jugada sin peligro se hizo un autogol en el minuto 13 poniendo en bandeja el título al Barça.
Y es que a partir de ese gol parece que los jugadores desconectaron y se dedicaron a ser buenos convidados en una fiesta que no era suya, contra un Barcelona andando, tuvimos la suerte de recibir sólo 4 goles, ya que no se tuvo la defensa necesaria, ni la capacidad de ni tan siquiera de tirar a la portería rival.
Destacar la falta de organización, con un Sevilla F.C. que estaba perdido en el campo, con Navas de lateral derecho corriendo sólo para defender, con un Romaric jugando en la banda izquierda demasiado tiempo cuando era el encargado de mover al equipo, con un Negredo perdido, con Capel intentando una guerra imposible ya que los árbitros lo tienen en el punto de mira (nada más que hay que ver las tarjetas que mostró Txeira al Sevilla todas en lanzamientos a la piscina de los intocables jugadores del Barça, o ver a Bojan que se tira mucho más que Capel, pero con “mejores resultados”).
En fin lo malo no es perder 4-0, lo malo no es perder un título, lo malo… es la pésima imagen del equipo, sin la garra necesaria para defender, sin estructura de juego y sin ideas.
Esperemos que sólo sea un bajón anímico y que se recupere para el próximo martes en el que todos debemos ir al Sánchez-Pizjuán a apoyar al 100% al equipo ya que lo necesita más que nunca, aunque sólo sea por no tener que aguantar una nueva retransmisión de una RTVE que parecía el canal Barça TV, siguiendo con lo realizado el año pasado el especialista era del Barça y todos los comentarios eran sobre este equipo, porque las aportaciones del Sr. Martínez que en teoría es andaluz eran para grabarlas, mostrando un desconocimiento absoluto del Sevilla F.C. y de su historia llegando incluso a plantear que lo mejor era no marcar para no tener que jugar una prórroga… en fin, quizás si fuera el partido del otro equipo de la ciudad lo haría mejor.
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