martes, 27 de mayo de 2014

Recuerdos sevillistas en Turín.



Aunque parezca mentira ya han pasado 15 días de ese 13 de mayo, día de la virgen de Fátima tan importante para los portugueses a los que nos íbamos a enfrentar en la final de la Europa League. Y nosotros como muchos sevillistas estábamos haciendo el repaso mental y hablado de las cosas que había que preparar para nuestro viaje a Turín.

Y es que antes de una final, de esas que muchos creíamos que nunca íbamos a disfrutar y de las que ya hemos vivido varias y hemos disfrutado de los triunfos de nuestro equipo, todo lo que se hace es nuevo pero se intenta recordar en este caso que se hizo otras veces y que se hace normalmente ante un partido de la importancia de una final, porque tenemos que reconocer que para esto del fútbol somos muy supersticiosos.

Y hace dos martes estábamos eligiendo la camiseta que llevaríamos en la final, esa camiseta de la final de Eindhoven esa que nos cambió la vida gracias a un zurduzado de Antonio Puerta que estamos seguros sigue empujando balones para nuestro equipo e incluso ayudando a la inspiración de M´Bia y Beto para darnos este título. La bandera del centenario que no falta a ningún partido, difícil decisión sobre si llevar la bufanda de la final (así hicimos en Holanda cuando en el vuelo de ida nos la entregaron y desde entonces la llevamos a todos los partidos, y al final decidimos quedarnos con ésta.

Además había que decidir si llevar alguna sudadera, chubasquero… es decir pensar en esa ropa que nos ha dado suerte en los últimos partidos. Y claro organizar “la intendencia”, comida recordando el bocadillo de Holanda, las chuches de las finales de copa en Madrid o en Barcelona…

Y claro lo más importante los billetes de avión, la entrada y organizar para irnos con la ilusión de niños en la mañana del día de Reyes hacía una nueva final. Así a las 4:30 horas ya estábamos en el aeropuerto, nuestro vuelo salía a las 6:15 y todo empezó bien consiguiendo rápidamente las tarjetas de embarque y tomando un café para despertarnos, mientras el aeropuerto se estaba llenado de muchos sevillistas como nosotros, disfrutando también de ese regalo de reyes que era ir a apoyar a nuestro equipo en una final de la Europa League.

Pero empezaron los nervios cuando las pantallas de salida indicaban retrasos en el vuelo y no aparecía la puerta de embarque, aparecía y nos la cambiaban y empezaban las dudas sobre el retraso del vuelo. Mientras pudimos ver el avión que había llevado a nuestro equipo hacía Italia el día anterior.


Pero todo salió bien, con un pequeño retraso, y las 10 estábamos en el aeropuerto para buscar un autobús escolar, por cierto bastante castigado, que nos llevó al estadio y de allí un autobús que nos dejó no sabemos dónde para comenzar la búsqueda de la basílica de María Auxiliadora con la finalidad de visitar a la virgen y a San Juan Bosco, durante la visita tuvimos la posibilidad de coincidir con el presidente al que pedimos la copa y nos aseguró que se obtendría, como pudimos escucharle en los programas nocturnos que escuchamos al no poder dormir por los nervios del viaje. 

Y de aquí a los jardines reales a disfrutar de la comida y de un rato de sevillismo con un buen ambiente por parte de los italianos que pedían vendetta ante el Benfica, y como siempre nuestra afición mezclada sin problemas con los del equipo rival. E intentando ganar desde ya el partido de la grada, de hecho camino del estadio en el tram ya tuvimos que callar a los portugueses que también iban hacía la final, con un trayecto de los que recordaremos como el del metro de Madrid.


Y como siempre hemos hecho fuimos a esperar la llegada del equipo, que ya hemos comentado, y a sufrir ganando el partido en la grada por goleada (aunque en la prensa deportiva sólo hablen de la afición colchonera que se caracteriza por sus gritos contra la afición sevillista y su desprecio a la memoria de Antonio Puerta, y hasta disfrutar de un título como recogemos en estos videos que tendremos para el recuerdo de todos.

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