Tras el subidón que supuso el 4-0 ante el otro equipo de la ciudad hay que aprovechar la dinámica para seguir acumulando victorias, y la primera oportunidad es ante el Estoril Praia que hay que ganar para afianzar no sólo el pase a la siguiente fase de la competición sino para intentar ser primero y evitar a los terceros de grupo de la Champions, que en teoría deben ser más fuertes que los segundos de la Europa League.
Y el partido de mañana nos trae buenos recuerdos de inicio de temporada, de un viaje a Estoril en el que más de tres mil sevillistas disfrutamos de un gran día y de un triunfo, aunque todo hay que decirlo no de un gran partido de nuestro equipo que sufrió para ganar 1-2 ante un rival que sabemos es inferior a nuestro equipo.
Esperemos que la cordialidad con que vivimos el partido, salvo el exhaustivo control en la entrada al campo del Estoril (y decimos campo porque el nivel de ese terreno no es el de un estadio) en el que nos despojaron de bocadillos, bebidas y todo aquello que supusieran los vigilantes que podría ser arrojado al campo, se repita con los aficionados portugueses que vengan a nuestro estadio, porque nuestra afición está acostumbrada a desplazamientos de un gran número de aficionados sin enfrentamientos graves y eso es lo que hay que defender que el fútbol es para disfrutar y con peleas y persiguiendo a los aficionados rivales no hay ningún disfrute.
La ventaja de jugar la competición europea es, siempre que haya una plantilla amplia y compensada, es que permite dar minutos a todos los jugadores y mantenerlos con tensión y con un buen nivel cuando son necesarios para la liga, por lo tanto imaginamos que mañana Emery le dará minutos a jugadores que sabemos tienen el nivel adecuado pero que otros jugadores le han ganado el puesto como los Varas, Coke, Navarro, Cala, Cristóforo además de jugadores que están saliendo de lesiones o que necesitan minutos para obtener confianza como Perotti, Gameiro o Rusescu. Aunque imaginamos que será muy pronto para los Cheryshev, Marin o Trochowski.
En resumen, esperemos que mañana ocurra como en septiembre es decir que se consiga una victoria ante el Estoril pero esta vez en un partido más tranquilo para los aficionados sevillistas, y dentro de un ambiente de deportividad con los aficionados lusos tal como vivimos en la ida, y que otros aficionados de la ciudad no han podido disfrutar.
Y el partido de mañana nos trae buenos recuerdos de inicio de temporada, de un viaje a Estoril en el que más de tres mil sevillistas disfrutamos de un gran día y de un triunfo, aunque todo hay que decirlo no de un gran partido de nuestro equipo que sufrió para ganar 1-2 ante un rival que sabemos es inferior a nuestro equipo.
Esperemos que la cordialidad con que vivimos el partido, salvo el exhaustivo control en la entrada al campo del Estoril (y decimos campo porque el nivel de ese terreno no es el de un estadio) en el que nos despojaron de bocadillos, bebidas y todo aquello que supusieran los vigilantes que podría ser arrojado al campo, se repita con los aficionados portugueses que vengan a nuestro estadio, porque nuestra afición está acostumbrada a desplazamientos de un gran número de aficionados sin enfrentamientos graves y eso es lo que hay que defender que el fútbol es para disfrutar y con peleas y persiguiendo a los aficionados rivales no hay ningún disfrute.
La ventaja de jugar la competición europea es, siempre que haya una plantilla amplia y compensada, es que permite dar minutos a todos los jugadores y mantenerlos con tensión y con un buen nivel cuando son necesarios para la liga, por lo tanto imaginamos que mañana Emery le dará minutos a jugadores que sabemos tienen el nivel adecuado pero que otros jugadores le han ganado el puesto como los Varas, Coke, Navarro, Cala, Cristóforo además de jugadores que están saliendo de lesiones o que necesitan minutos para obtener confianza como Perotti, Gameiro o Rusescu. Aunque imaginamos que será muy pronto para los Cheryshev, Marin o Trochowski.
En resumen, esperemos que mañana ocurra como en septiembre es decir que se consiga una victoria ante el Estoril pero esta vez en un partido más tranquilo para los aficionados sevillistas, y dentro de un ambiente de deportividad con los aficionados lusos tal como vivimos en la ida, y que otros aficionados de la ciudad no han podido disfrutar.
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