Según el diccionario de la Real Academia de la lengua un sindicato es: “Asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros.” Para los futbolistas españoles su sindicato se denomina A.F.E. y está presidido por Luis Rubiales y su segundo es el ex jugador del Sevilla F.C. Luis Gil.
Este sindicato desde año ha presionado con que sus jugadores puedan cobrar y todos recordamos un 1 de Agosto de 1995 en que el Sevilla F.C. y el Celta se vieron administrativamente descendidos a Segunda B por no haber presentado la documentación de haber efectuado los pagos a sus jugadores.
De la misma forma por la presión del sindicato hay equipos de menos arraigo social que no pudieron salvarse del descenso y que prácticamente han supuesto su desaparición.
Este año además por primera vez la A.F.E. ha paralizado la competición al no llegar a un acuerdo en su convenio colectivo con la liga de futbol profesional intentando conseguir las mejores condiciones para sus asociados.
Y ahora resulta que escuchamos que el señor Gil ha estado en las instalaciones del otro equipo de la ciudad, ese que se encuentra en concurso de acreedores y que le permite disponer de fichajes que no paga y juegan para él, y comentan en una emisora sevillana el éxito que supone estar en esa condición ya que le permite a ese equipo una “quita” del 50% de las deudas pendientes a los jugadores y además el resto se podrá pagar en cómodos plazos durante los próximos años.
Además con risas los periodistas indicaban que ya nadie podía entrar en concurso de acreedores y que ese equipo era el último en haber disfrutado de estas ventajas y que a partir de ahora el equipo que no cumpla con su presupuesto y deba dinero bajará de categoría.
Esto nos parece absolutamente injusto ya que encima de que hay que competir contra 2 equipos que se llevan la gran parte de los derechos televisivos y que con estos beneficios son intocables además se juega contra equipos que pueden hacer con sus cuentas lo que quieran sin pagar el total de sus deudas ni incluso a los hasta ahora intocables jugadores gracias a su sindicato.
De esta forma vemos como el Sevilla F.C. por cumplir con sus presupuestos se ve obligado a vender jugadores sin ir más lejos Cáceres en invierno y, por supuesto, no puede comprar jugadores para luchar por sus objetivos por falta de dinero como ya ha ocurrido estos años con jugadores como Borja Valero o Giovanni… etc. Y encima se le amenazará con bajar si no paga este es el futbol que tenemos injusto a todas luces.
Este sindicato desde año ha presionado con que sus jugadores puedan cobrar y todos recordamos un 1 de Agosto de 1995 en que el Sevilla F.C. y el Celta se vieron administrativamente descendidos a Segunda B por no haber presentado la documentación de haber efectuado los pagos a sus jugadores.
De la misma forma por la presión del sindicato hay equipos de menos arraigo social que no pudieron salvarse del descenso y que prácticamente han supuesto su desaparición.
Este año además por primera vez la A.F.E. ha paralizado la competición al no llegar a un acuerdo en su convenio colectivo con la liga de futbol profesional intentando conseguir las mejores condiciones para sus asociados.
Y ahora resulta que escuchamos que el señor Gil ha estado en las instalaciones del otro equipo de la ciudad, ese que se encuentra en concurso de acreedores y que le permite disponer de fichajes que no paga y juegan para él, y comentan en una emisora sevillana el éxito que supone estar en esa condición ya que le permite a ese equipo una “quita” del 50% de las deudas pendientes a los jugadores y además el resto se podrá pagar en cómodos plazos durante los próximos años.
Además con risas los periodistas indicaban que ya nadie podía entrar en concurso de acreedores y que ese equipo era el último en haber disfrutado de estas ventajas y que a partir de ahora el equipo que no cumpla con su presupuesto y deba dinero bajará de categoría.
Esto nos parece absolutamente injusto ya que encima de que hay que competir contra 2 equipos que se llevan la gran parte de los derechos televisivos y que con estos beneficios son intocables además se juega contra equipos que pueden hacer con sus cuentas lo que quieran sin pagar el total de sus deudas ni incluso a los hasta ahora intocables jugadores gracias a su sindicato.
De esta forma vemos como el Sevilla F.C. por cumplir con sus presupuestos se ve obligado a vender jugadores sin ir más lejos Cáceres en invierno y, por supuesto, no puede comprar jugadores para luchar por sus objetivos por falta de dinero como ya ha ocurrido estos años con jugadores como Borja Valero o Giovanni… etc. Y encima se le amenazará con bajar si no paga este es el futbol que tenemos injusto a todas luces.
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